Casa Olivo / trescuatro Arquitectura


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. La residencia está concebida como un santuario tranquilo donde la arquitectura y la naturaleza entran en diálogo a través de materiales honestos y gestos espaciales precisos. A partir de la entrada, la composición volumétrica revela una propuesta introspectiva: los muros perimetrales forman una envolvente austera que protege los luminosos espacios interiores, articulados alrededor de un patio central que sirve como centro de convivencia y contemplación.

En el corazón de la casa se encuentra un patio interior presidido por olivos, cuya presencia escultórica da nombre y significado a la casa. El espacio está enmarcado por ventanales que van desde el suelo hasta el techo, lo que permite que la luz natural se filtre suavemente, bañando el interior y creando sombras en constante cambio a lo largo del día. La elección de los materiales: hormigón pronunciado, revestimientos minerales y esbeltas ventanas negras realzan la sensación de atemporalidad y sobriedad.


La escalera flotante constituye uno de los elementos principales de la composición interior. Sus sólidos escalones están suspendidos sobre la pared y parecen flotar suavemente, enfatizando la precisión estructural y el dominio técnico del proyecto. La ausencia de cualquier tipo de protección y la continuidad visual con las paredes laterales realzan la ligereza, mientras que la textura cálida del material equilibra la solidez del hormigón circundante.



La relación entre el interior y el exterior se resuelve a través de grandes paneles de vidrio que conectan las áreas sociales con el jardín. Estos patios secundarios están tratados con grava triturada, vegetación mediterránea y rocas naturales, aportando frescura visual y control climático pasivo manteniendo la privacidad exterior. El edificio se pliega alrededor de estos vacíos, configurando rutas fluidas y espacios que inducen pausas.

Cada decisión respondió a objetivos concretos: gestionar la luz natural, priorizar la ventilación cruzada y reducir elementos innecesarios. El resultado es un hogar moderno, atemporal, introspectivo y cálido donde la materialidad desnuda se combina con una refinada composición espacial. No es sólo una casa, sino un entorno donde la obra arquitectónica se completa con el paso del tiempo, la luz y la naturaleza.
