¿Te sentarías en una silla con forma de pelvis humana?

Los muebles a menudo aspiran a amoldarse al cuerpo, pero la Himalayan Pelvic Chair va un paso más allá y encuentra sus contornos en la estructura pélvica. Esta traducción directa de la biología al diseño da como resultado una silla que se siente orgánica, funcional y claramente original; un objeto donde la comodidad y el concepto están verdaderamente entrelazados. Los diseñadores Mingyu Seo y Eojin Jeon pusieron esta pieza en Behance como parte de su proyecto «Himalaya», y es uno de esos raros hallazgos que realmente te hacen reconsiderar la relación entre nuestros cuerpos y los objetos que usamos todos los días. No aluden simplemente a formas naturales sino que replican su esencia funcional. Toda la premisa de la silla se basa en las capacidades de cuna y soporte de la pelvis, un principio que se traduce directamente en un asiento.
Hemos visto biomímesis en muebles durante décadas, desde las sutiles curvas de un sillón Eames hasta la estructura esquelética algorítmica del trabajo de Joris Raman. Sin embargo, la silla pélvica se siente diferente porque su referencia es muy directa. Evita la abstracción y, en cambio, presenta conexiones claras, casi educativas, entre su forma y su inspiración. Este no es un vago homenaje a la naturaleza; Este es un estudio en profundidad de la ingeniería anatómica. El éxito de este enfoque literal es precario, ya que fácilmente puede terminar pareciendo un accesorio de la facultad de medicina. En cambio, su ejecución es tan refinada que trasciende su material original para convertirse en algo verdaderamente elegante.
Diseñadores: Mingyu Seo y Eojin Jeon


Las dos variaciones expuestas muestran una comprensión magistral del contexto material. La versión tapizada en verde vibrante presenta un tejido resistente con un efecto de tejido distintivo que es visualmente suave y duradero. Las costuras prominentes, especialmente el detalle de punto de cruz, son más que decorativas; expresa claramente las curvas de la silla y le da una calidad de acabado a mano, casi a medida. En contraste con el modelo azul moteado, parece ser polímero moldeado o resina compuesta, una elección que transforma el carácter de la silla de un cómodo sillón a un objeto escultórico duradero adecuado para espacios públicos o interiores minimalistas. La estructura de soporte es una pata en forma de Y hecha de aluminio cepillado o de una madera de color claro, como fresno o roble, y sujeta con herrajes expuestos para darle una sensación honesta y de ingeniería.


Su comodidad parece estar integrada en el concepto. El asiento profundamente contorneado y el respaldo alto y revestido son traslaciones directas de la cresta ilíaca y el sacro, diseñados para mantener al usuario en su lugar de forma segura. La abertura en forma de ojo de cerradura en la parte inferior del respaldo es un buen toque, que hace referencia a la abertura sacra, al mismo tiempo que reduce la masa visual de la silla y quizás agrega un poco de curvatura. Aquí es donde el diseño demuestra su inteligencia; El mimetismo anatómico tiene un propósito ergonómico, no sólo narrativo. La Silla Pélvica tiene éxito donde muchas obras de alto concepto fracasan. Logra rigor intelectual sin sacrificar el atractivo estético o la comodidad funcional, lo que lo convierte en uno de los muebles conceptuales más interesantes que surgieron este año.







