Meraki Residencial/Sommet & Asociados


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. Casa Meraki está ubicada en un fraccionamiento cerrado en Santa Cruz, Bolivia, situado sobre una pendiente pronunciada, condición que determina directamente su organización espacial y construida. El proyecto explota los desniveles naturales para desarrollar tres niveles, utilizando la topografía como un componente importante de su arquitectura.


El acceso principal se encuentra en el nivel más alto del terreno. A partir de ahí, un vestíbulo de doble altura actúa como distribuidor central y espacio articulador, conectando visual y funcionalmente las tres plantas. La escalera se convierte en un elemento escultórico. La escalera se concibió como una cercha metálica articulada, apoyada únicamente en dos puntos al inicio y al final de su recorrido, sin apoyarse en muros adyacentes.


hecho 190 piezas metálicas Ensamblado a medida, su construcción liviana y articulada lo hace trabajo de ingenieria hecho a manoexpresa la colaboración entre diseño, cálculo y ejecución, transformando la eficiencia estructural en expresión estética. Su ingeniería acompaña el recorrido y permite la lectura continua del volumen interior.



En la planta baja, el área social se organiza en un espacio abierto integrando sala, comedor y cocina. La continuidad espacial se extiende hacia el exterior a través de grandes paneles de vidrio que se abren hacia la piscina y el deck de madera, creando un espacio social semicubierto bajo el volumen superior. En la misma planta, la suite principal flota sobre la pendiente del terreno, sostenida por muros estructurales de hormigón armado, con forma trapezoidal invertida para la fachada, mientras que en planta su eje transversal es más grueso y se estrecha hacia los bordes, aportando una sensación de ligereza visual. En los extremos del volumen inferior, vigas invertidas ayudan a sostener medias paredes suspendidas que sostienen los paneles inferiores en solo dos puntos, evitando que la caja se cierre completamente y manteniendo una sensación de transparencia.


En la planta inferior se desarrollan espacios que complementan la función: habitación de visitas, dormitorio de servicio, gimnasio, lavandería y cuarto de máquinas. Esta planta se encuentra parcialmente enterrada bajo tierra, aprovechando el desnivel para ganar ventilación e iluminación natural, garantizando confort sin perder privacidad.

El volumen superior corresponde a la planta superior y contiene dos dormitorios en suite con vestidor y baño. El cuerpo se eleva aproximadamente cinco metros en cada extremo, creando una sensación de ligereza y el volumen parece flotar sobre el suelo. Estructuralmente, los muros son vigas de gran canto que soportan la cubierta y losas de piso en todo el volumen.

El material se compone de hormigón armado, acero, vidrio y madera. El uso honesto y preciso de estos materiales confiere al complejo un carácter sobrio y atemporal, respondiendo cada decisión arquitectónica a la búsqueda del equilibrio entre tecnología y habitabilidad.
