Estos ‘platos de neurociencia’ están diseñados para mejorar la forma de saborear la comida

La colección de vajilla UMA de HAK Studio representa una combinación poética de diseño, neurociencia y bienestar sensorial. Desarrollada a través de una investigación en profundidad sobre la física de los alimentos, la gama examina cómo la estimulación sensorial da forma a nuestra percepción del sabor, transformando las comidas cotidianas en experiencias multisensoriales. Cada entrada de la serie explora cómo el color, la textura y la forma pueden manipular sutilmente las expectativas de sabor y mejorar el disfrute de la comida, especialmente para las personas con paladar disminuido.
La UMA se inspira en el trabajo pionero del profesor Charles Spence de la Universidad de Oxford y surge del conocimiento de que el cerebro forma expectativas de sabor antes de probar una comida. Las señales visuales y táctiles, como el brillo de la superficie, el tono o la superficie del material, pueden mejorar psicológicamente el dulzor, la salinidad o la riqueza. Esto abre un nuevo camino hacia una alimentación más saludable, donde el diseño en sí reduce la dependencia del exceso de azúcar o sal mientras mantiene la satisfacción sensorial.
Diseñador: Hackear estudio


La serie también es un poderoso recordatorio de cuán estrechamente entrelazados están nuestros sentidos. Es interesante ver cómo algo tan intangible como la textura puede impactar profundamente el sabor, y muestra que como diseñadores debemos aprender a involucrar plenamente los cinco sentidos de la mente y el cuerpo humanos para crear experiencias resonantes y verdaderamente saludables. Cuando se combinan vista, tacto, olfato, oído y gusto, el resultado va más allá de la funcionalidad; se vuelve emotivo, memorable y rejuvenecedor.
También es importante darse cuenta de que la percepción sensorial no es universal. Está moldeado por la cultura. Las percepciones de textura y atractivo visual conllevan profundas señales y asociaciones culturales. Por ejemplo, lo que en una cultura se considera un brillo lujoso puede parecer demasiado artificial o indulgente en otra. La sensibilidad del diseño de la UMA refleja este matiz, equilibrando los principios neurocientíficos universales con las tradiciones artesanales locales para garantizar que las piezas evoquen una sensación de comodidad y familiaridad en todos los contextos culturales.

La pieza central de la gama es el plato de postre cerámico giratorio, diseñado para realzar la sensación de dulzura. Su glaseado suave, parecido a un caramelo, recuerda a la crema de caramelo y fresa, haciendo eco de la memoria visual de los dulces. El patrón ondulado y la superficie reflectante imitan la fluidez del chocolate derretido, activando asociaciones dulces incluso antes del primer bocado. Cada plato está elaborado individualmente a mano utilizando una técnica de mezcla de colores, lo que garantiza que no haya dos piezas iguales, lo que hace que cada experiencia de postre sea única y personal.
Complementando esto está el Salty Bowl, una exploración táctil de contrastes. Su exterior áspero y sin vidriar invita a las manos a explorar una textura que se asemeja a la sal cristalizada, mientras que el suave interior vidriado de cuarzo proporciona un suave contraste. La interacción entre las dos superficies promueve el compromiso sensorial; tus sentimientos comienzan a influir en tu gusto. Arraigado en las tradiciones japonesas de la vajilla, las proporciones equilibradas del cuenco lo hacen ideal para platos reconfortantes como sopas, guisos y arroces, donde la calidez y la textura se combinan para realzar los deliciosos sabores.


Para probar la eficacia de UMA, HAK Studio realizó entrevistas con 20 participantes, incluidos adultos mayores y personas que se recuperaban de la pérdida del gusto relacionada con la COVID-19. Sus comentarios confirmaron constantemente que usar e incluso observar el prototipo mejoraba su conciencia sensorial y su percepción general del sabor.
Nacida en Copenhague, la UMA ejemplifica cómo la artesanía y la neurociencia se entrelazan para alcanzar objetivos estéticos y funcionales. Más que una vajilla, es un instrumento sensorial, un puente silencioso entre ciencia y emoción. A través de una forma reflexiva, materiales honestos y sensibilidad cultural, HAK Studio demuestra cómo el diseño puede ser un poderoso agente de restauración sensorial y bienestar, transformando el acto de comer en un ritual consciente y multisensorial.

