Toyota anuncia el primer coche eléctrico autónomo para niños del mundo

¿Confiarías en una inteligencia artificial para llevar a tus hijos por la ciudad sin ti? Toyota apuesta a que algunos padres lo harán. En el Japan Mobility Show 2025, el gigante automovilístico lanzó Mobi, un coche burbuja eléctrico totalmente autónomo que puede transportar niños por sí solo sin necesidad de la supervisión de un adulto. El pequeño vehículo depende completamente de la inteligencia artificial para la navegación y la seguridad, lo que marca un alejamiento radical de las ideas tradicionales de transporte infantil.
Es un concepto que puede hacer que os entusiasmes con el futuro y que os sintáis un poco incómodos. Mobi, que se exhibirá en la feria del 30 de octubre al 9 de noviembre, parece como si alguien hubiera cruzado un personaje de Pixar con una infraestructura de transporte real. Para ser honesto, esto parece intencionado. Toyota está presentando esto como parte de su proyecto «movilidad para todos», que suena elevado hasta que te das cuenta de que están proponiendo poner a niños de escuela primaria en cápsulas de conducción autónoma y dejarles entrar en el tráfico.
Diseñador: Toyota

El lenguaje de diseño aquí es interesante porque tiene que hacer algo extremadamente difícil: hacer que el vehículo se sienta lo suficientemente seguro como para que los padres confíen, y al mismo tiempo lo suficientemente divertido como para que los niños realmente quieran usarlo. Esa parte superior de burbuja se abre como una puerta con alas de gaviota para revelar un asiento cubierto con un material peludo que parece haber sido levantado directamente de un sillón tipo puf particularmente cómodo. El exterior viene en colores positivos y alegres, ya sea verde lima con detalles en negro o azul violeta con detalles en naranja, los cuales son suficientes para garantizar que nadie atropelle este automóvil en un estacionamiento. También hay ojos LED en la parte delantera, dos luces circulares que parpadean y animan, dando al vehículo una personalidad casi sensible. Es lindo, casi manipulador, que probablemente sea exactamente la respuesta emocional que Toyota quiere de los niños y sus padres vacilantes. Las dos «orejas» en la parte superior actúan como el conjunto de sensores avanzados del automóvil, lo que permite que el vehículo eléctrico tenga conciencia espacial mientras transporta pasajeros pequeños.

Los sistemas de inteligencia artificial hacen todo el trabajo pesado aquí. La dirección, la velocidad, la navegación del tráfico, la detección de obstáculos, todo es manejado por la inteligencia a bordo, mientras que el niño simplemente se sienta allí como un pasajero muy pequeño en el viaje de Uber más corto del mundo. Toyota ha equipado a Mobi con un asistente de inteligencia artificial llamado UX Friend, que es un golpe de genialidad o el comienzo de un episodio de Black Mirror, dependiendo de su tolerancia a dejar que los algoritmos críen a sus hijos. Este compañero virtual habla con los niños durante todo el viaje, les enseña cómo «conducir» la cabina autónoma (lo que en realidad los mantiene entretenidos) y potencialmente los mantiene entretenidos para que no intenten abrir la puerta durante el viaje. El sistema utiliza sensores y cámaras colocados alrededor del vehículo para detectar movimiento y obstáculos, creando una burbuja protectora de conciencia que, en teoría, protege a los niños del caos del tráfico del mundo real.

Las especificaciones aún no están claras ya que Toyota aún no ha publicado todos los detalles técnicos. Por lo que sabemos, la carcasa puede utilizar plástico liviano o materiales compuestos para reducir el peso y mejorar la seguridad. El automóvil es casi cómicamente pequeño, con una huella que hace que el automóvil Smart parezca un SUV. Solo ocupación individual, lo cual tiene sentido considerando que el grupo demográfico objetivo no comparte el viaje para las reuniones de la empresa. El interior es intencionalmente lo suficientemente espacioso para que los niños se sienten cómodamente sin sentir claustrofobia, y los materiales texturizados de los asientos no solo son hermosos, sino que también están diseñados tácticamente para hacer que el espacio se sienta menos como un vehículo y más como un capullo seguro. Toyota sabía que si los niños asociaban esto con incomodidad o miedo, todo el concepto desaparecería.

Sin embargo, aquí es donde se pone interesante. Este no es un automóvil de producción sino un concepto con un prototipo funcional, y Toyota no ha dicho si planea realizar pruebas en carretera en el mundo real con niños reales, o si lo hará. Hay una enorme brecha entre «Mira esta cosa genial que construimos» y «Puedes enviar a tus hijos a jugar al fútbol con esto». Los obstáculos regulatorios por sí solos son asombrosos. ¿Qué jurisdicción dará luz verde a menores sin supervisión que conduzcan vehículos autónomos? ¿Qué sucede cuando una IA se encuentra con un caso límite en el que no ha sido entrenada? ¿Quién es responsable cuando las cosas inevitablemente salen mal? Toyota está jugando en un entorno de pruebas cuyas reglas aún no se han escrito, y si bien eso es emocionante desde el punto de vista de la innovación, también es muy complejo desde un punto de vista práctico. El Mobi podría ser una auténtica visión del futuro de la movilidad, o podría ser un ejercicio bien diseñado que nunca abandone la exposición del automóvil. Sólo el tiempo lo dirá…
