Atelier Nagara está ubicado encima de una oficina en Hashima, Japón, con un techo corrugado.
Oficina entre campos de arroz en Hashima
quedarse en cama JapónLa nueva ciudad de Hashima oficina Diseñada por Atelier Nagara Architects + Permanent Co., se levanta una escultura techo Surgiendo de un pacífico campo de arroz. El entorno rural, definido por el ritmo constante de la vida agrícola y la luz siempre cambiante de las montañas cercanas, llevó a los arquitectos a un diseño que respeta la belleza de la vida cotidiana.
La oficina es la sede de una empresa dedicada a la ingeniería civil y al sector inmobiliario y fue construida como una presencia a largo plazo en la comunidad. El equipo de diseño buscó crear un ambiente que fomente la conciencia de las cualidades sutiles de su entorno.

Imagen © Kenta Hasegawa
Techo ondulado de Atelier Nagara + Permanent Co
La oficina de Hashima es famosa por su techo ondulado, construido por Estudio Nagara y empresa permanente Se eleva bruscamente hacia el este y su audaz pendiente crea una silueta nítida en el horizonte antes de estrecharse hasta tocar el suelo. Esta geometría en constante cambio atrae la atención hacia sus suaves ondulaciones, permitiendo que la luz del día y los colores del cielo jueguen en su superficie. El resultado es una forma arquitectónica que realza, en lugar de competir, el tranquilo dramatismo del paisaje.
La lluvia y las sombras animan la superficie del tejado, llamando la atención sobre las condiciones ambientales cambiantes. De esta manera, el techo se convierte a la vez en refugio y en herramienta de percepción, creando conciencia sobre los ritmos de la naturaleza que a menudo se pasan por alto cada día.

La oficina de Hashima se encuentra entre los arrozales de la prefectura de Gifu
Un espacio de trabajo relajante entre el interior y el exterior
La composición espacial extiende esta conciencia hacia el interior. Debajo de la línea elevada del techo, un volumen alto alberga la entrada y las salas de reuniones, con vistas a los campos desde el interior. Los patios y balcones están estratégicamente ubicados debajo de los aleros inferiores, creando una serie de umbrales entre el interior y el exterior.
Las pequeñas pausas planificadas (áreas con rocas, plantas o luz filtrada) fomentan los momentos de tranquilidad. Estas sutiles intervenciones borran los límites entre el edificio y el paisaje, permitiendo que el edificio se sienta conectado y abierto. El interior, aunque refinado, tiene huellas del mundo exterior a través de materiales y disposiciones.
La fachada sur introduce grandes vanos resguardados por aleros bajos. Este cuidadoso equilibrio entre apertura y protección permite que la luz del sol penetre profundamente en la habitación, manteniendo al mismo tiempo una sensación de intimidad con el jardín. El viento fluye libremente a través del edificio, trayendo consigo los olores y sonidos de los campos circundantes.

Atelier Nagara diseñó el edificio como sede de una empresa de ingeniería civil.

El techo muy elevado define la silueta única del edificio.

el edificio llama la atención sobre cambios sutiles en la luz, el aire y el agua