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La UE consolida el progreso hacia los objetivos climáticos para 2030 tras reducir un 2,5% las emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2024 • Edificable

La UE está avanzando hacia sus objetivos climáticos para 2030, según el último informe anual sobre los avances en materia de energía y clima publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (Asociación asiática de fabricantes de productos electrónicos). En 2024, las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) serán un 2,5% menores que el año anterior, impulsadas principalmente por el crecimiento del sector energético y las energías renovables. Sectores como la construcción, la agricultura y los residuos experimentaron reducciones más limitadas, lo que subraya la necesidad de fortalecer las medidas de construcción sostenible, en particular mediante la modernización de los edificios y una mayor eficiencia energética.

Las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE se reducirán un 2,5% de aquí a 2024, avanzando hacia el objetivo de reducción del 55% de aquí a 2030.

Los datos más recientes muestran que si los estados miembros de la UE implementan plenamente las políticas y medidas actuales y planificadas, se espera que las emisiones netas de los estados miembros de la UE se reduzcan en un 54% para 2030 en comparación con los niveles de 1990, ligeramente por debajo del objetivo de reducción de emisiones del 55%.

Evolución sectorial de las emisiones de la UE

Información AEMATendencias y pronósticos» muestra que para 2024, las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE serán un 37% inferiores a los niveles de 1990, aumentando al 39% si se excluyen las emisiones de la aviación y el transporte marítimo internacionales. Este progreso se produce en un momento en que la economía europea está creciendo un 71%, lo que indica que la descarbonización no está obstaculizando el desarrollo económico.

El documento señala que la mayoría de las reducciones de emisiones provienen del sector de suministro de energía. La transición a energías limpias ha reducido significativamente el uso de combustibles fósiles, especialmente carbón y petróleo, y ha acelerado la adopción de energías renovables. De hecho, se han convertido en las principales fuentes de producción de electricidad en la UE.

La cifra representa la participación de los estados miembros en energía renovable en 2022 y 2023, incorporando la contribución para 2030 descrita en sus respectivos planes nacionales de energía y clima para 2023.

Las emisiones de los edificios han disminuido en más de un tercio desde 2005, lo que refleja tanto mejoras en el desempeño energético de los edificios existentes como el endurecimiento de los estándares de eficiencia energética de los edificios. nuevo edificio. Sin embargo, para lograr objetivos futuros, es necesario acelerar el ritmo de restauración de los edificios.

Para el sector industrial, se han logrado reducciones continuas de emisiones, principalmente a través de mejoras en los procesos y una mayor eficiencia energética, lo que demuestra que la competitividad y el cambio climático pueden avanzar en paralelo. Sin embargo, el despliegue de tecnologías libres de carbono sigue siendo fundamental para una descarbonización profunda.

Asimismo, el transporte sigue siendo el sector más problemático. Si bien la intensidad de los gases de efecto invernadero de los vehículos nuevos ha disminuido, la alta y continua demanda de transporte continúa compensando las ganancias de eficiencia y obstaculizando la descarbonización. Las reducciones de las emisiones agrícolas han sido limitadas, mientras que la capacidad de absorción de CO2 de los bosques y suelos de Europa ha disminuido significativamente, una tendencia que debe revertirse urgentemente.

La figura muestra las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE por sector en 2005, 2023 y 2024, así como las emisiones proyectadas para 2030, incluidas las medidas adicionales previstas por los estados miembros.

El documento identifica varios desafíos que requerirán especial atención en los próximos años: caídas interanuales en las ventas de vehículos eléctricos en 2024, reducciones de emisiones estancadas en ciertos sectores y estados miembros, y tendencias negativas en la captura de carbono en los bosques y suelos de Europa. Estos factores demuestran que, a pesar del progreso general, la acción climática debe permanecer firme y respaldada por una inversión sostenida.

Herramientas clave de política climática

El Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (EU ETS) y el Reglamento de Reparto del Esfuerzo (ESR) son herramientas importantes para lograr reducciones de emisiones. El Sistema de Comercio de Emisiones de la UE ha ayudado a reducir las emisiones del sector de la electricidad y la calefacción y de la fabricación industrial en un 50% en comparación con los niveles de 2005. Por su parte, la ESR también ha reducido el gasto en sectores como el transporte, la construcción y la agricultura en aproximadamente un 20% con respecto a los niveles de 2005.

La figura muestra los avances de la UE desde 2005 en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento de la proporción de energía renovable y la reducción del consumo de energía.

La UE se ha fijado el objetivo de alcanzar al menos el 42,5% de energía renovable en el consumo de energía para 2030 y reducir aún más el consumo de energía final. El informe señala que para alcanzar estos objetivos y avanzar hacia el objetivo global de reducir las emisiones en un 55%, la tasa de crecimiento anual de la capacidad instalada de energías renovables y la reducción del consumo de energía deben más que duplicar la tasa promedio de los últimos cinco años.

Tecnologías como las bombas de calor y los vehículos eléctricos son cruciales para acelerar la transición y reducir las emisiones y el consumo de energía. Según el documento, cada instalación de energía renovable, cada modernización de edificios y cada coche eléctrico representa un paso hacia una Europa más limpia, más resiliente y energéticamente independiente.

Invertir en un futuro con bajas emisiones de carbono

Para alcanzar los objetivos climáticos y energéticos de la UE, es crucial un aumento significativo de la inversión. Según el informe, las inversiones anuales en el sistema energético deberán duplicarse en el período 2021-2030 en comparación con el período 2011-2020, alcanzando aproximadamente 565 mil millones de euros.

De manera similar, el presupuesto a largo plazo de la UE para 2021-2027 asigna aproximadamente 662 mil millones de euros a objetivos climáticos. Estas inversiones apoyarán la transición hacia una economía resiliente y baja en carbono, fomentarán la competitividad, fortalecerán la independencia energética y la seguridad económica, impulsarán el crecimiento sostenible, crearán empleos de alta calidad y mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos europeos.

La UE y sus estados miembros también están intensificando sus esfuerzos para combatir y adaptarse al cambio climático, prestando especial atención a las regiones y comunidades más vulnerables. Los riesgos climáticos no sólo afectan al medio ambiente sino que también dañan la competitividad, la seguridad y la prosperidad de Europa. Por lo tanto, la UE está trabajando para crear un marco integral de resiliencia climática para garantizar que todas las inversiones tengan en cuenta los riesgos climáticos a lo largo de su vida útil.

Fuera de sus fronteras, la UE sigue desempeñando un papel de liderazgo en la acción climática internacional. En 2024, proporcionó 31.700 millones de euros en financiación climática internacional y COP 30El objetivo es reducir las emisiones netas entre un 66,25% y un 72,5% en comparación con los niveles de 1990. Además, apoya a los socios en el desarrollo de sistemas de fijación de precios del carbono que promuevan reducciones reales de emisiones a nivel mundial.

El siguiente paso hacia la neutralidad de carbono

El informe «Tendencias y previsiones» del Espacio Económico Europeo muestra que Europa ha sentado una base sólida para avanzar hacia una economía baja en carbono. Una combinación de políticas efectivas, tecnologías innovadoras e inversiones estratégicas ha llevado a reducciones significativas de las emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990, particularmente en el sector energético. Pero los desafíos persisten: es necesario fortalecer los sumideros de carbono, acelerar la descarbonización del transporte y implementar políticas a nivel nacional de manera efectiva.

El informe de Tendencias y Previsiones de la AEMA proporciona un análisis detallado del progreso de la UE hacia sus objetivos climáticos para 2030.

Cada tonelada de emisiones reducida y cada proyecto de energía renovable o eficiencia energética representa un paso tangible hacia los objetivos climáticos de la UE. Mantener los compromisos, continuar la inversión y ampliar las soluciones tecnológicas son cruciales para lograr una Europa más limpia, más segura y más resiliente en 2030 y más allá.

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