Este robot cambia de forma para adaptarse a cualquier terreno que le arrojes
Imagine un robot que no puede decidir si quiere ser un perro o un ser humano, por lo que simplemente se convierte en ambas cosas. Eso es esencialmente lo que Direct Drive Technologies, con sede en Hong Kong, ha creado con la D1, una máquina que cambia de forma que está causando sensación en el mundo de la robótica.
Esta no es la típica demostración tecnológica que se ve genial pero que no tiene ningún uso práctico. El D1 es una pieza de ingeniería muy inteligente que resuelve un problema real: diferentes terrenos requieren diferentes tipos de movimiento. ¿Necesita transportar algo pesado sobre terreno irregular? D1 se convierte en un robot cuadrúpedo estable que puede transportar sin esfuerzo hasta 220 libras. ¿Hay pasillos estrechos o superficies lisas para transitar? Se divide en dos elegantes unidades bípedas que ruedan a velocidades de hasta 7 mph.
Diseñador: accionamiento directo

Lo realmente fascinante del D1 es su filosofía de diseño modular. En lugar de intentar crear un robot mediocre, Direct Drive Technology adopta un enfoque diferente. Construyeron dos robots bípedos independientes que pueden operarse de forma independiente o acoplarse entre sí para formar un robot cuadrúpedo cuando la situación lo requiere. Es como tener un Transformer que realmente tiene un propósito además de verse genial en secuencias de acción (aunque también lo hace).
Cada mitad del D1 pesa alrededor de 54 libras y funciona con una batería de litio que puede funcionar durante más de cinco horas por cada dos horas de carga. El cerebro detrás de la operación es un procesador Jetson Orin NX de 8 GB que ejecuta Ubuntu, que permite el control remoto y la toma de decisiones autónoma. Esto significa que D1 puede juzgar por sí mismo cuándo necesita separarse o unirse en función de la situación que enfrenta.

Las imágenes de prueba del mundo real muestran los escenarios de manejo del D1 en los que la mayoría de los robots tropezarían. En un clip, da una fuerte caída sobre un terreno accidentado, pero recupera el equilibrio con una precisión que te hace preguntarte si alguien lo está controlando en secreto. Otra escena lo muestra rodando sobre el agua sin perder el equilibrio, una versatilidad que podría hacer que el robot sea realmente útil en respuesta a desastres, inspecciones industriales o aplicaciones militares.
Lo que es especialmente inteligente de este diseño es cómo aprovecha las configuraciones bípedas y cuadrúpedas. Se sabe que los robots cuadrúpedos son muy estables y se desempeñan bien en superficies irregulares, razón por la cual vemos que se desarrollan tantos perros robot para la exploración de terrenos accidentados. Mientras tanto, los robots bípedos suelen ser más ligeros y compactos, y se adaptan mejor a superficies planas donde la velocidad y la eficiencia son más importantes que la estabilidad. La tecnología de transmisión directa esencialmente toma en cuenta esta compensación y dice: «¿Por qué elegir?» El resultado es un robot que no tiene que hacer concesiones. Cuando necesita ser un vehículo explorador patrullando terreno llano, opera en modo rápido bípedo con ruedas. Cuando la estabilidad y la capacidad de carga útil se vuelven prioridades, se transforma en un cuadrúpedo robusto que puede manejar el caos.

El momento de esta innovación también es interesante. A medida que los robots salen de los entornos industriales controlados y entran en el caótico mundo real, la adaptabilidad se vuelve crítica. Los robots de reparto que pueden manejar pasillos interiores y terrenos exteriores sin la necesidad de dos máquinas diferentes tienen gran sentido económico. Lo mismo ocurre con las operaciones de búsqueda y rescate, donde las condiciones pueden cambiar dramáticamente durante una misión.
Direct Drive Technology considera que el D1 es el primer robot inteligente totalmente modular del mundo, una afirmación audaz en un campo en rápido crecimiento. Pero después de ver el vídeo de demostración, es difícil discutir la innovación que se muestra. Se trata de un robot que replantea fundamentalmente cómo nos movemos en las máquinas. Ya sea que el D1 tenga éxito comercial o siga siendo una prueba de concepto fascinante, representa algo importante: el cambio de robots especializados a robots verdaderamente adaptables que pueden manejar cualquier entorno que se les presente. En un mundo cada vez más complejo e impredecible, esta flexibilidad puede ser justo lo que necesitamos.
