No dejes que tu paisaje se llene de gente: el poder del espacio negativo
Desde el principio se le enseña a llenar el encuadre, llenando cada rincón con montañas, nubes y texturas hasta que nada se sienta vacío. El vídeo de arriba muestra que si nunca dejas espacio alrededor del sujeto, tu paisaje comenzará a verse abarrotado, ruidoso y difícil de ver para el espectador de un vistazo.
nunca vengo a ti Andrea Liverieriun video reflexivo que comienza con Livieri admitiendo que alguna vez persiguió los detalles por sí mismos. Explica cómo creía que el impacto provenía de incluir cada elemento interesante frente a él, solo para darse cuenta de que las imágenes más fuertes a menudo provienen de lo que omites. Descompone el espacio negativo en áreas que hacen que el entorno del sujeto se destaque, ya sea que ese espacio sea un cielo limpio, un lago en calma o una suave niebla. No se trata de vacío; Su espacio no compite por la atención, sino que apoya la idea principal. Puedes ver cómo este enfoque cambia el escenario del caos a una parte intencional de la historia.
Luego, Livieri lo lleva a través de la relación entre el espacio positivo y negativo, viéndolos como socios en lugar de opuestos. El espacio positivo es el tema, el espacio negativo es todo lo que da forma a cómo experimentas ese tema, y tu trabajo es equilibrar los dos para que la historia sea obvia a primera vista. Utiliza como ejemplo una escena en los Dolomitas, comparando un encuadre amplio lleno de niebla, árboles y atmósfera con un segundo encuadre que aísla un árbol de un entorno más simple. La primera imagen cuenta la historia de todo el valle, mientras que la segunda se inclina hacia el carácter de ese árbol solitario, el espacio extra para respirar le da una voz que se nota de inmediato. Pensar de esta manera puede ayudarte a decidir si quieres que el paisaje hable por sí mismo o por un pequeño elemento dentro de él.
Este video también muestra cómo el espacio negativo aún puede entrar en juego cuando tienes varios sujetos. Livieri describe cómo esperó una mañana de invierno a que llegara una pequeña nube a la distancia justa de la iglesia para que hubiera un espacio limpio en el cielo entre ellas, permitiendo que ese espacio «vacío» cargara tanto peso como cualquier sujeto. Habla de cómo una franja de nieve, agua o arena puede hacer que un pequeño naufragio o una figura parezca sorprendentemente poderosa una vez que las texturas en ese espacio son controladas en lugar de aleatorias. Los personajes también entran en la discusión, no como la atracción principal, sino como anclas que proporcionan escala y equilibrio a los grandes entornos abiertos. Empiezas a descubrir que el espaciado, no sólo el sujeto en sí, a menudo determina si tu toma es intencional o no.
Livieri concluye con un consejo práctico que puedes probar la próxima vez que salgas a fotografiar: empieza por construir tu composición en torno al espacio y no al sujeto. Miras el cielo, el agua o la nieve y preguntas qué tan limpia puedes limpiar esa área antes de apuntar a las cosas intermedias. A partir de ahí, trabajas eliminando distracciones en lugar de agregar elementos, moviendo posiciones, hasta que todo dentro del marco respalde el tema o desaparezca. Insinúa ejemplos más sutiles en el video, incluido cómo diferentes equilibrios espaciales pueden cambiar el estado de ánimo de una imagen y cómo el espacio negativo puede convertirse silenciosamente en el sujeto mismo a medida que se apodera del encuadre. Mire el vídeo de arriba para ver el resumen completo de Livieri.
Si realmente quieres profundizar en la fotografía de paisajes, consulta nuestro último tutorial, «Filmando el mundo: Japón II – ¡Descubre gemas ocultas con Elia Locardi!«