Este ataúd hecho de hongos solo deja un futuro más limpio

La muerte es la única verdad eterna. Todos tenemos que seguir adelante, pero la forma en que lo hagamos depende de nuestras elecciones de vida. Algunas personas dejan legados, otras dejan órganos, pero cuando se trata de los últimos ritos, a todos nos queda nada más que emisiones de carbono y contaminación. La empresa holandesa Loop Biotech espera cambiar esto con Living Cocoon, el primer ataúd del mundo a base de hongos que está completamente libre de emisiones y es seguro para el medio ambiente post-mortem.
En el proceso, los ataúdes hechos de micelio de hongos se descomponen y enriquecen el suelo circundante. La invención de los ataúdes biodegradables es buena para el medio ambiente, ya que los ataúdes de madera forrados de terciopelo que se utilizan tradicionalmente no son muy respetuosos.
Diseñador: Biotecnología de bucle


Los leñosos suelen tardar décadas en descomponerse y liberar toxinas en el suelo. Se cree que los capullos vivos reciclados tardan aproximadamente 45 horas en descomponerse por completo y convertirse en nutrientes para el suelo. Al utilizar micelio y fibras de cáñamo para construir, Loop ha podido eliminar por completo el uso de productos químicos, pegamento y metal para fabricar capullos vivos. Sin embargo, los ataúdes son duraderos y pueden usarse en todas las condiciones climáticas.


Loop Living Cocoon está disponible en opciones de colores tranquilos o salvajes y está certificado para entierro natural, entierro tradicional y cremación. Según Loop, también crea una urna EarthRise a partir de un material de micelio similar, proporcionando una forma biodegradable de deshacerse de las cenizas.


Loop dice que un ataúd 100% biodegradable puede crecer de manera sostenible en una semana. Viene en un tamaño, que mide 85 x 30 x 18 pulgadas, que según la compañía es adecuado para el 98% de los adultos que pesan 200 kg o menos. Almacenar un ataúd puede parecer complicado, pero según las preguntas frecuentes del sitio web de la compañía, los capullos vivos se pueden mantener seguros “siempre que se mantengan secos” y se almacenen en un “espacio ventilado sobre el nivel del suelo”. El ataúd sólo comienza a descomponerse cuando entra en contacto con el suelo.


A diferencia de los ataúdes de madera, que están revestidos de terciopelo, los capullos están revestidos de musgo. El musgo es el material estándar, pero los miembros de la familia pueden optar por encargarlo forrado con cualquier otro material natural. La estructura biodegradable también tiene un gran impacto en el peso seco de Cocoon. Pesa sólo 30 kilogramos, casi tres veces más ligero que un ataúd de madera tradicional.
La construcción liviana con seis manijas de yute permite levantar o cargar de manera segura el capullo viviente, y es compatible con elevadores mecánicos y cuerdas utilizadas para bajar los ataúdes. Básicamente, utilizar Cocoon no requiere ninguna adaptación especial; Funciona como cualquier ataúd tradicional, pero a diferencia de los ataúdes tradicionales, sólo deja un futuro más limpio. La sostenibilidad no es barata. El Loop Living Cocoon se vende por poco menos de 4.000 dólares.

