“Para 2026, los diseñadores también necesitarán integrar la inteligencia espacial”
Los diseñadores pasan mucho tiempo tratando de predecir cómo responderán las personas a los espacios: cómo llegan, las señales que siguen, hacia dónde tienden a ir y las formas sutiles en que la iluminación, la materialidad y el diseño dan forma a sus estados de ánimo.
Cualquiera que haya trabajado en la construcción o en interiores durante bastante tiempo sabe que estas previsiones sólo cubren las primeras etapas del ciclo de vida de un edificio.
Una vez que un espacio está abierto, las personas aportan sus propios hábitos, rutinas y energías, y estos comportamientos evolucionan a lo largo de caminos que los diseños originales rara vez capturan por completo.
Esto crea tensiones crecientes entre sectores donde se espera que las características espaciales duren mucho más de lo que permite el ritmo de la cultura.
El panorama minorista tiene un ciclo de actualización corto; la hospitalidad y el bienestar se han transformado con nuevas expectativas de atmósfera y experiencias sensoriales; y los espacios de uso mixto desempeñan un papel en constante cambio a medida que las comunidades se mueven y la demografía cambia.
Incluso los espacios bien diseñados y lanzados con precisión a menudo no están sincronizados con los usuarios más rápido de lo esperado.
La inteligencia espacial describe el creciente número de herramientas y métodos que permiten que los entornos físicos registren lo que sucede dentro de ellos y respondan en tiempo real.
Estos datos a menudo provienen de una variedad de señales ya presentes en cualquier espacio, como patrones de movimiento, cómo se reúnen o dispersan las personas, cambios en el sonido, cambios en la luz y la temperatura, e incluso la forma en que la atención fluye alrededor de una habitación.
Estas señales se adquieren a través de una variedad de métodos de detección: la visión por computadora puede identificar el movimiento sin identificar a las personas, las lecturas de audio ambiental pueden rastrear qué tan ruidosa o suave es una habitación, los sensores climáticos pueden registrar la temperatura y la humedad, y otras formas de monitoreo ambiental pueden leer cómo se utiliza un espacio, todo sin recopilar datos personales.
Algunos entornos ya están avanzando en esta dirección.
existir 113 primavera En Nueva York, un proyecto de bienestar creado a partir de una colaboración multidisciplinaria entre nosotros, Snøhetta y Modem, la iluminación adaptativa, el arte generativo, el sonido espacial y las señales olfativas personalizadas responden a la forma en que los visitantes se mueven y se instalan en el entorno.
Luego, el espacio puede responder y ajustarse de manera constante y discreta a lo largo del día para respaldar la presencia y la calma.
Pero no es sólo 113 Spring el que explora la inteligencia espacial. Cada vez son más los proyectos que experimentan con respuestas más expresivas para recrear atmósferas en tiempo real.
Por ejemplo, NOIZ Pabellón Voxel reflectante Las estructuras de la Expo 2025 Osaka pueden cambiar la claridad visual y la reflectividad según el movimiento de los visitantes.
y Studio INI Diseño que puedes sentir La instalación proporciona transformaciones materiales que reflejan la energía del cuerpo del espectador.
Estos experimentos introducen un nuevo tipo de comportamiento ambiental en el que la atmósfera sigue el movimiento y la presencia del usuario en lugar de permanecer estática.
Operacionalmente, la inteligencia espacial proporciona una comprensión más clara de cómo envejece un entorno.
Los equipos pueden ver qué áreas atraen la atención, dónde se ralentiza la circulación, cómo cambia la atmósfera a lo largo del día y cuándo un espacio se beneficia de ajustes sutiles en el diseño, el tono o la funcionalidad.
Los conocimientos pueden difundirse entre ubicaciones, lo que permite que los entornos aprendan unos de otros en lugar de desarrollarse de forma aislada.
“El entorno empieza a anticipar los momentos, en lugar de esperarlos”.
En la investigación y la práctica, siguen apareciendo ideas similares: el entorno comienza a anticipar momentos, en lugar de esperarlos.
En la investigación especulativa sobre salud y arquitectura adaptativa, esta idea aparece de muchas formas:
Asociación Carlo Ratti El concepto de “perceptible” La investigación de salas receptivas del MIT prevé salas que cambian la iluminación, las condiciones acústicas o la temperatura una vez que se detecta actividad próxima.
Sega Arca lunar Habitat utiliza ritmos de comportamiento y señales circadianas para crear el ambiente antes de que entren los humanos, asegurando que la habitación cumpla con el estado mental del ocupante en lugar de esperar a adaptarse después del hecho.
Oxman Jardín del Edén Este proyecto promueve este objetivo aprovechando los ecosistemas para prevenir el cambio ambiental.
Y un festín de láser de malvavisco planeta respirando Explore las respuestas ambientales provocadas por la respiración humana, creando atmósfera a través de señales fisiológicas sutiles.
Todos los proyectos de diseño que avanzan en esta dirección anuncian el mismo cambio, donde el entorno comienza a ajustarse de antemano, guiado por pequeñas señales, en lugar de esperar señales explícitas.
Cuando los visitantes eligen compartir señales simples sobre su ritmo, enfoque o intención, la transición entre los puntos de contacto digitales y las experiencias físicas se vuelve más fluida y el espacio puede marcar la pauta más fácilmente.
A través de estos experimentos se puede observar cómo un espacio va tomando poco a poco el ritmo de las personas que lo utilizan, guiados por pequeños patrones que van surgiendo con el tiempo.
La inteligencia espacial se integra naturalmente en el trabajo de diseño cotidiano, informando los ajustes sin alterar la intención detrás del entorno.
La atmósfera cambia de forma pequeña pero significativa, creando un espacio que se siente más cómodo y más adecuado para el uso diario.
A medida que entramos en 2026, está claro que esto no será una tendencia pasajera; los diseñadores deben comenzar a pensar más profundamente en esto.
Justin Crook se desempeña como director creativo E/S en vivo.
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