andaz casa de playa de QBO3 arquitectos enmarca el océano pacífico en costa rica
Andaz Casa de Playa diseñada por QBO3 Arquitectos
Ubicado entre exuberantes paisajes costeros Costa RicaAndaz Casa de Playa, ubicada en la Península de Papagayo, es una clase magistral en integración costera, diseñada por QBO3 Arquitectos. La estructura del club de playa se organiza en torno a una composición modular de volúmenes, dando forma a un ambiente que encarna una elegancia relajada. Un elemento central del diseño es el énfasis en la claridad espacial y el flujo continuo entre el pabellón central al aire libre y el paseo marítimo, lo que garantiza una experiencia fluida que culmina con vistas sin obstáculos del Océano Pacífico.

El área de la piscina está rodeada de naturaleza, donde la luz del sol, los árboles y el agua tranquila crean la atmósfera.
Pabellón Costarricense
Centro de Andaz Casa de Playa QBO3 Arquitectos Se encuentra el pabellón central, considerado el principal espacio de reunión. El volumen alberga el comedor principal y el bar, actuando como un ancla social transparente al aire libre. Su altísima y liviana línea de techo ofrece vistas enmarcadas hacia el mar al tiempo que introduce ventilación natural y luz natural. El pabellón se abre directamente a la terraza de la piscina, donde el interior y el exterior se combinan sin esfuerzo en un gesto fluido e ininterrumpido, extendiendo la experiencia social al paseo marítimo.

Andaz Casa de Playa está perfectamente ubicada entre el bosque y la costa.
Este módulo central está flanqueado por dos volúmenes auxiliares. Uno está discretamente oculto y se utiliza para funciones de cocina y servicio, minimizando la presencia visual de las operaciones detrás del escenario. Otro módulo está orientado a una futura expansión, conservando la flexibilidad para posibles espacios de actividad o bienestar.
Toda la secuencia de entrada está orquestada a través de un canal de encuadre que define un eje central alineado directamente con el océano. Este gesto axial guía el recorrido del visitante, intensificando la jerarquía espacial y guiándolo en una procesión que finalmente conduce a la vista del mar. La organización modular resultante garantiza la capacidad de respuesta climática y la permeabilidad espacial, creando una composición dinámica y cohesiva.

La alineación de la forma construida, los árboles nativos y las piscinas lineales enmarcan el paisaje costero.

Interior y exterior se fusionan sin esfuerzo en un gesto suave e ininterrumpido.

Desde los jardines y el espejo de agua, la escena se desarrolla lentamente hacia la costa.

El ambiente interior curado por Cola Blanca combina texturas naturales y expresiones artesanales.

Las vigas de madera se extienden hacia afuera, creando un diálogo sutil entre estructura y contexto.