Sostenibilidad como estructura: Cosentino pone en práctica la ecología industrial
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Hoy en día, parece que todas las marcas se describen a sí mismas como “sostenibles”. La palabra aparece con tanta frecuencia en envases, sitios web y comunicados de prensa que corre el riesgo de perder su significado (nota para los arquitectos: Hemos escrito sobre esto antes.! ). Pero de vez en cuando aparece una empresa o empresas cuyo mantra no es la sostenibilidad; Este es un espíritu.
En el mundo de los materiales de construcción, Cosentino es uno de esos raros ejemplos. Con sede en Almería, España, la empresa familiar ha pasado de ser un procesador de mármol local fundado en 1945 a uno de los principales productores de superficies arquitectónicas del mundo. El pensamiento detrás de los favoritos de los diseñadores como lestone occidental y Dekton Continuar innovando; Recientemente anunciaron un nuevo material innovador que lleva el rendimiento y la sostenibilidad a nuevas alturas: en ecos. La historia detrás de un nuevo producto es el epítome de la misión de una marca. Sin embargo, para entender qué diferencia a Cosentino hay que mirar más allá de sus productos y entender su filosofía.
La innovación como forma de vida.
Desde las montañas de Almería hasta aplicaciones de diseño global, la evolución de Cosentino encarna la fusión de piedra natural y tecnología avanzada. |Foto de Cosentino
En Cosentino, innovación y sostenibilidad siempre han sido dos caras de una misma moneda. Cada nuevo material que desarrolla la empresa es a la vez un avance tecnológico y un experimento medioambiental. Cuando Silestone revolucionó el mercado de las encimeras en la década de 1990, redefinió la piedra reconstituida. Cuando Dekton se lanzó al mercado en 2013, introdujo una superficie ultracompacta que duraría décadas.
Ahora, con Ēclos, Cosentino ha dado otro salto, esta vez creando una tecnología de superficies completamente nueva: superficie mineral en capas. Ēclos se desarrolla utilizando la tecnología patentada Inlayr®, que incorpora múltiples capas minerales para lograr una profundidad, textura y veta realistas en 3D en todo el espesor del material. Está elaborado con al menos un 50 % de minerales reciclados, hasta un 90 % en algunos colores, y está completamente libre de sílice cristalina, lo que marca un hito importante para la salud y la seguridad.
Un nuevo punto de referencia para las superficies de construcción
Muestras de opciones de color de Ēclos, desde la izquierda: Tajnar; Leyenda; Fantasma.
Ēclos es más que una simple estética: muestra lo que sucede cuando el diseño, la ingeniería y la sostenibilidad se fusionan. La superficie ofrece alta resistencia al impacto, resistencia al calor hasta 220 °C (428 °F) y mayor flexibilidad para permitir formatos de tablero más grandes y detalles más finos. En la práctica, esto significa que los arquitectos pueden utilizarlo para todo, desde islas de cocina hasta revestimientos verticales.
Pero quizás su innovación más importante resida en su intención: mostrar que el progreso material funciona mejor cuando está respaldado por un enfoque moral. Al eliminar la sílice cristalina e incorporar contenido reciclado, Ēclos encarna la creencia de Cosentino de que la verdadera innovación debe sustentar los sistemas que toca (las personas, el medio ambiente).
Por lo tanto, Ēclos es más que un simple lanzamiento de producto; Esta es la declaración del espíritu de Cosentino y la dirección del progreso de la compañía. (Otros en la industria de materiales, ¡tomen nota!).
Una marca global en zonas remotas
Polígono Industrial Cosentino, vista superior.
A diferencia de muchas firmas de diseño con sede en las grandes ciudades, la historia de Cosentino comienza lejos del corazón de las áreas metropolitanas de España. Su extenso complejo industrial está ubicado en la árida región de Cantoria, Almería, rodeado de colinas desérticas salpicadas de vastas extensiones de invernaderos. Para la empresa esta ubicación no supone un desafío logístico sino una ventaja decisiva.
Debido a que las comunidades que rodean a Cosentino son más pequeñas, el éxito de la empresa está indisolublemente ligado a la vitalidad de la zona. En un lugar donde el éxodo rural amenaza con agotar a las poblaciones locales, Cosentino ha invertido mucho en mantener la cultura y las oportunidades. Además de ser un impulsor de empleo local, invierte en programas educativos para estudiantes locales y eventos culturales en áreas cercanas, asegurando que las comunidades que sostienen a la empresa sean autosostenibles. La definición de sostenibilidad es tanto social como ambiental.
El desarrollo sostenible como supervivencia.
Paneles solares alimentando el campus de Cosentino.
Una empresa en una ubicación remota sólo puede sobrevivir si su ecosistema puede hacerlo. Para Cosentino, el desarrollo sostenible no es un añadido a un negocio, sino una cuestión de supervivencia. Las instalaciones de Cosentino funcionan con electricidad 100 % renovable, reutilizan el 99 % del agua de proceso e incorporan minerales reciclados en sus materiales, un enfoque impulsado no solo por el hecho de que estas prácticas se ven bien en los informes (y, para ser claros, lo son), sino porque tienen buen sentido comercial.
Al igual que los invernaderos que cubren las tierras áridas de la región cercana, el campus de Cosentino recibe más de 3.000 horas de luz solar implacable cada año. Para ello se instalaron más de 60.000 paneles fotovoltaicos para captar energía solar. Al mismo tiempo, los sistemas de agua de circuito cerrado ahorran recursos y reducen costos: esta inversión en el tratamiento del agua ya está dando buenos resultados y las ciudades cercanas también se benefician de ella.
Asimismo, los nuevos modelos de producción circular están garantizando la independencia de las empresas en un mundo de recursos limitados. ¿Por qué no encontrar formas de obtener ingresos a través de subproductos? En definitiva, esta operación demuestra que lo que es bueno para el planeta también lo es para los resultados de la empresa. Este idealismo pragmático (que proteger el medio ambiente también significa invertir en el futuro de la empresa) es una estrategia a largo plazo que amplía la definición común de sostenibilidad.
Revisando el ideal industrial
Otra vista del polígono industrial Cosentino en las montañas de la provincia de Almería, España.
El enfoque de Cosentino puede parecer radical en el siglo XXI, pero sus raíces se remontan a los primeros experimentos de diseño con orientación social. En los siglos XVIII y XIX, figuras como Claude-Nicolas Ledoux y Robert Owen imaginaron comunidad industrial utópica. La ciudad de Chaux, de Ledoux, situaba las salinas en el centro de una sociedad perfectamente ordenada. Se adoptó un enfoque muy similar en la Aldea Modelo Saltaire del Reino Unido, integrando las fábricas con acceso a la educación y la vivienda para apoyar el bienestar de los trabajadores.
A principios del siglo XX, las “Ciudades Jardín del Mañana” de Ebenezer Howard y la “Ciudad Industrial” de Tony Garnier ampliaron estas ideas, combinando industria y ecología en asentamientos autosostenibles. Cada perspectiva afirma a su manera que la producción y el lugar son interdependientes. En el Campus de Almería en Cosentino, estos ideales históricos encuentran un eco contemporáneo. Esto no es una utopía, sino un modelo funcional de un ecosistema industrial diseñado teniendo en mente la sostenibilidad a largo plazo. Desde el sur de España hasta tiendas de todo el mundo, el crecimiento continuo de la empresa demuestra que una definición holística de sostenibilidad no tiene por qué ser abstracta o ideal; Puede ser factible, mensurable e incluso rentable: esa es la lógica de una empresa que planea durar generaciones.
El desarrollo sostenible es innovación, la innovación es desarrollo sostenible
La cocina presenta la nueva superficie Ēclos de Cosentino, rica en detalles.
Para los arquitectos, el vínculo entre innovación y sostenibilidad es cada vez más claro: los materiales más innovadores son aquellos que están construidos para durar. En una época en la que el “lavado verde” puede hacer que incluso los esfuerzos más sinceros en materia de sostenibilidad parezcan dudosos, el enfoque de Cosentino es refrescante. La empresa no separa el desempeño ambiental del pragmatismo económico o la responsabilidad social. Más bien, los trata como el mismo problema que debe resolverse: desafíos de diseño de sistemas que los arquitectos reconocerán de inmediato.
Los arquitectos actuales hablan de diseño regenerativo, de edificios que devuelven más de lo que quitan, y el ejemplo de Cosentino demuestra que los fabricantes también pueden operar de forma regenerativa. Para los arquitectos que especifican el material, este proporciona no sólo garantía técnica, sino también una historia que vale la pena compartir, una historia que se alinea con la creciente demanda cultural de transparencia y cuidado en el diseño.
Al mismo tiempo, a medida que el diseño global avanza hacia la circularidad y la responsabilidad climática, Cosentino ofrece un poderoso recordatorio: el futuro de la arquitectura depende no sólo de lo que construimos, sino también de cómo fabricamos los materiales que lo hacen posible. Para los arquitectos que buscan superficies que combinen rendimiento con propósito, Ēclos marca un nuevo capítulo en la historia: un material que no sólo dura, sino que también se sostiene.
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