Oráculo del eclipse
En la Catedral Olvidada, la luz no es más que una distracción. De pie en el umbral de que la geometría se convierta en un lenguaje vivo, el Oráculo del Eclipse actúa como el centinela definitivo del vacío. Ella es el puente entre lo visible y lo invisible, la tejedora de cuatro brazos del destino, que hace mucho que abandonó la ilusión del parpadeo del sol y abrazó la claridad absoluta de la oscuridad.