Cómo los materiales tradicionales de la Cerdanya dan forma a una casa familiar moderna

Ubicada en el paisaje montañoso de La Cerdanya, esta casa familiar diseñada por Dom Arquitectura tiene una ubicación tranquila dentro de un antiguo asentamiento al este de los Pirineos compartidos por Francia y España. El pueblo ha sido cuidadosamente restaurado en los últimos años y hoy sólo queda un pequeño grupo de casas, rodeado de vistas despejadas del Valle de Cerdanha y del Parque Natural Cadi-Moissero. Aquí, la tradición no es sólo un punto de referencia sino una exigencia que influye en cada decisión detrás del diseño de la casa.
Una casa marcada por la tradición y la normativa
Al diseñar la casa, Dom Arquitectura se adhirió a estrictas normas locales que dictaban el uso de materiales tradicionales de Cerdanya. El exterior tuvo que utilizar piedra de origen local, madera y tejas de arcilla hechas a mano para crear el techo inclinado. Los arquitectos no vieron esto como una limitación sino como una base, con el objetivo de crear una casa que se integrara naturalmente entre sus vecinos y al mismo tiempo proporcionara un ambiente moderno y acogedor en su interior. El resultado es un edificio con una sensación de conexión a tierra que se hace eco de las fachadas de piedra, los techos de tejas y los porches ajardinados típicos de la zona, pero que se reinterpreta inteligentemente para la vida doméstica moderna.

Llegue con cautela desde la calle.
Al acercarse a la casa por el camino de piedra, la entrada es deliberadamente discreta. El garaje de madera y la puerta de entrada se mezclan con las paredes de madera circundantes, manteniendo la fachada que da a la calle cerrada y privada. Esta elección refleja la arquitectura rural tradicional, donde las casas están diseñadas para protegerse de los elementos naturales y de las intrusiones externas.
Una vez dentro, el ambiente cambia. La puerta de entrada conduce a una escalera de hierro, un elemento llamativo pero sobrio que indica inmediatamente el carácter moderno de la casa. Desde aquí, unas escaleras conducen al centro de la casa.

Espacio habitable de planta abierta basado en materiales
Al pie de las escaleras, el interior se abre a un espacio habitable único y fluido compartido por la cocina, el comedor y la sala de estar. La madera ocupa un lugar central en todas partes, con tablas de abeto recubriendo las paredes y el techo y continuando bajo los pies con pisos de parquet de roble natural, creando una sensación de calidez y continuidad.
En la cocina, los gabinetes negros hacen eco de la escalera de hierro, dando al espacio una sensación arquitectónica sólida. Se coloca una isla de cocina gris en el centro, lo que suaviza el tono y proporciona una pausa visual al tiempo que ancla la habitación como un lugar de reunión.

Sala de estar y comedor sin paredes
Detrás de la isla de la cocina se encuentra el comedor. La longitud de la mesa del comedor es una pared baja de madera de pony que también sirve como respaldo para un banco incorporado. Esta sutil división define el espacio sin cerrarlo, permitiendo que la luz y las vistas se muevan libremente por la habitación.
Al otro lado de la pared del poni, el salón se organiza alrededor de una chimenea de hierro, una interpretación moderna de una chimenea tradicional. Grandes ventanales enmarcan el paisaje circundante, convirtiendo valles y montañas en un telón de fondo permanente para la vida diaria.



abierto al paisaje
Las puertas corredizas conducen desde la sala de estar a un porche cubierto que desciende a través de varios niveles hasta un gran patio trasero con césped. Este espacio al aire libre ofrece vistas despejadas del Parque Natural Cadi-Moissero y el valle más allá, reforzando la intención del arquitecto de abrir la casa a la naturaleza manteniendo el lado de la calle cerrado para mayor privacidad.
El techo voladizo se extiende alrededor de la casa, brindando refugio y creando una transición perfecta entre el interior y el exterior, particularmente adecuada para la vida en la montaña.



Transición silenciosa al espacio privado
De vuelta al interior, un pasillo debajo de las escaleras conduce al dormitorio y al baño. Los tragaluces de arriba aportan luz natural a este pasaje, evitando que se sienta cerrado y manteniendo una sensación de apertura en toda la casa.


El baño destaca por su luminosidad y sencillez.
En uno de los baños, los armarios grises destacan contra las paredes y el techo de madera. Un espejo retroiluminado y una lámpara minimalista de hierro añaden profundidad y suavidad, acentuando el tocador sin abrumar el espacio. Una paleta de colores sobria pone énfasis en la textura y la luz.

Dormitorios infantiles pensados para el juego y el descanso
Los dormitorios infantiles equilibran practicidad y calidez. Las literas se alinean en una pared, maximizando el espacio del piso, mientras que una pared de pony separa una pequeña área de juego y de descanso del área de dormir. Esta sencilla división permite que en una misma habitación convivan diferentes actividades, adaptándose fácilmente a medida que el niño crece.

Proporciona a los padres un lugar tranquilo para descansar.
El dormitorio principal se encuentra al final del pasillo, lo que ofrece una tranquila sensación de separación. Los techos altos mejoran la sensación de espacio, mientras que el uso constante de la madera mantiene cohesivo el lenguaje interior de la casa.
En el baño principal, una bañera incorporada debajo de la ventana aporta luz y vistas a la habitación. El inodoro y la ducha están inteligentemente ocultos detrás de una media pared, manteniendo un diseño limpio y ordenado.



casa construida en terreno
La distribución de la casa responde directamente a la fuerte pendiente del solar. Si bien la entrada y el garaje están al nivel de la calle, la altura del espacio habitable principal se ha reducido en 2,6 metros, lo que permite que la casa permanezca mayormente en un solo nivel donde se encuentra con el jardín. La planta en forma de L separa las zonas de día y de noche al tiempo que abraza la orientación sureste y el paisaje circundante.
La estructura en sí está realizada íntegramente en pino, elegido por su sostenibilidad, rapidez de construcción y excelentes propiedades térmicas y acústicas. Se utilizan detalles de hierro en todas partes, resolviendo conexiones estructurales y creando una iluminación personalizada que proyecta un brillo suave e indirecto en todo el interior.

Al combinar materiales tradicionales con una planificación espacial contemporánea, Dom Arquitectura creó una casa familiar que es a la vez atemporal y contemporánea. Cerrada y protegida de la calle, pero espaciosa y abierta al paisaje, la casa refleja el estilo de vida moderno que caracteriza a La Cerdanya.