Descripción de la presentación del equipo del proyecto. El proyecto apoya las iniciativas de líderes comunitarios y organizaciones locales como César Salomón, Fondacio Altos del Cabo y Maya Tejedores de la Tierra, quienes han estado trabajando juntos, colaborando e interactuando con la comunidad informal de San Luis en la ciudad de Bogotá durante siete años. Estas colaboraciones impactan a cientos de residentes y apoyan iniciativas de cultivo hidropónico como una alternativa de alimentación saludable en entornos autoconstruidos en Bogotá, donde las enfermedades más comunes suelen ser la obesidad y la diabetes.
La hidroponía, por otro lado, es un sistema de cultivo en el que las plantas se cultivan en un sustrato inerte o directamente en una solución nutritiva en agua, donde los cultivos se pueden organizar en un eje vertical. Como resultado, la densidad de las plantas aumenta de 2 a 10 veces, el ahorro de agua es de hasta un 60%, los alimentos son más saludables y se pueden cultivar en cualquier clima y estación. Dada la alta densidad de entornos autoconstruidos, la hidroponía se convierte en una excelente alternativa al cultivo convencional que requiere grandes cantidades de superficie vegetal.
Ahora el diseño arquitectónico del módulo, diseñado por Alsar-Atelier + Oscar Zamora y financiado por la organización NEACOL, nació del uso de sistemas de estanterías industriales, de corte consumista, y repensados como un material que viabiliza la construcción social; rápido y reutilizable. La formación del carácter físico de la ciudad informal es fluida y efímera debido a cuestiones de ocupación y legalidad, y de la misma manera los principales materiales de construcción siguen siendo el hormigón y el ladrillo, que siguen siendo de naturaleza permanente.
De esta forma, el módulo se plantea como una estructura ligera semipermanente para acceder a dicha realidad territorial. Además, el proyecto fue diseñado para tener en cuenta la necesidad de desmantelar el edificio, donde los componentes pueden restaurarse a su uso original para no generar desperdicios, o trasladarse a otro espacio abierto donde el mismo diseño modular pueda encogerse o crecer.
Además de ser un módulo hidropónico (que utiliza racks industriales para transporte, montaje/desmontaje, reutilización, fácil movimiento y reducción del período de construcción a una semana), el proyecto también actúa como una escuela de simulación para capacitar a la comunidad a través de nuevos talleres de cultivo hidropónico, apoyando al centro Altos del Cabo.
Además, brindará espacios para la siembra individual en sitio, el uso sustentable del agua y tareas colectivas de poscosecha; prácticas inclusivas y de autogestión. El diseño se integra con un taller de huerto urbano que alberga la octava Bóveda de Semillas Chapinero del Jardín Botánico José Celestino Mutis. Aquí se protegen 43 especies nativas y criollas. En general, este proyecto es un excelente ejemplo de arquitectura táctica, sustentable y de bajo costo que aborda cuestiones ambientales autoconstruidas en Colombia.
