Hotel Rayland Manor / Ortúzar Gebauer Arquitectos



Descripción de la presentación del equipo del proyecto. Este hotel en la gran isla de Chiloé está inspirado en zonas rurales y estancias patagónicas, creando un santuario para afrontar el clima extremo y cambiante del paisaje chiloé. Estancia está ubicada en la península de Rilán, caracterizada por sinuosas praderas verdes, vistas del canal de Chiloé y las islas, y pequeños pueblos llenos de vida rural.



La cercanía al centro de Castro hace que en Riland se concentren los mejores y más exclusivos hoteles de Chiloé. El terreno está situado en el último tramo de la península, a 30 kilómetros. Salida desde el centro de Castro. La mayor distancia del terreno respecto a las ofertas existentes fue determinante para concebir la arquitectura del proyecto, por lo que promete convertirse en un lugar único y especial.

El paisaje natural se enriquece con el paisaje cultural. Camino a tierra encontramos la arquitectura rural típica de Chiloé en cada rincón, y una vez en tierra resalta la belleza natural del terreno, con sus dos condiciones topográficas: prados soleados y bosques muy húmedos. El desafío del diseño fue que en un clima frío y lluvioso teníamos que capturar la luz y el calor del norte, pero el paisaje del terreno estaba predominantemente hacia el sur.


La respuesta fue crear un interior protegido de los extremos del clima, orientando la mayor parte del espacio hacia el sur para disfrutar de las vistas, y absorbiendo el calor y la luz del sol a través de una fachada totalmente acristalada orientada al norte. Optimice el uso de energía a través de estrategias de diseño pasivo para capturar el calor y ventilar cruzadamente, manteniendo los espacios frescos y ventilados.

La forma y distribución del proyecto están inspiradas en los conjuntos rurales de Chiloé y consisten principalmente en una casa unifamiliar con diferentes volúmenes o elementos distribuidos a su alrededor.

Es así como el hotel se compone del volumen principal, que es la vivienda familiar, con diferentes volúmenes o elementos distribuidos a su alrededor. Una casa familiar es un lugar de reunión, un lugar acogedor, un espacio amplio y acogedor que hace que el viajero se sienta como en casa.



El volumen de paso actúa como “chiflonera”, “pasillo” o paso resguardado, conectando la vivienda familiar con los volúmenes de habitaciones.

Las habitaciones se componen de dos volúmenes conectados, cada uno con 4 habitaciones, que se pueden abrir y cerrar según la ocupación, calentando solo los espacios en uso. Cada volumen tiene 4 habitaciones, con una cálida y luminosa sala de estar común orientada al norte. Por otro lado, la sala está orientada al sur, dirigiendo la vista hacia la desembocadura del río Castro, donde el revestimiento oscuro ayuda a centrar la vista y el paisaje se convierte en protagonista.


La Anti Cava o taberna de vinos es otro lugar que ofrece actividades a los visitantes, donde es posible degustar los diferentes sabores del vino producido en las actuales regiones más australes del mundo, como Chiloé, que también es un atractivo de la región. Otros volúmenes, como el cobertizo de madera, instalaciones de lavandería y servicio, área de barbacoa, mirador, laguna con espacio de meditación, etc., se ubican en las 2 hectáreas de terreno.


Gran parte de la arquitectura del hotel está construida con materiales locales, como material de mano que se encuentra en toda la estructura visible, mesas, mostradores, camas, etc. La Piedra Cancagua es una piedra originaria de la región del Pacífico de Ancud y fue tallada por el último pueblo Cancagua vivo. El proyecto considera recolectar agua de lluvia y separar las aguas grises de las negras para utilizarlas en el riego del parque, que consta de varios senderos y lagunas con espacios para meditación y yoga.
