Descripción textual proporcionada por el arquitecto. El proyecto Mae Rim House nació del deseo de la familia de trasladarse del ajetreo y el bullicio de Bangkok al tranquilo paisaje de Mae Rim, provincia de Chiang Mai. Situada en una tierra ancestral adyacente a su antigua casa de vacaciones, nuestra visión era crear un hogar permanente que tuviera la comodidad de un estilo urbano pero una profunda conexión con la naturaleza. Diseñada para una familia de cuatro personas, la casa cuenta con la mayoría de los electrodomésticos y muebles de su anterior residencia en Bangkok, superando las dimensiones típicas de una casa de vacaciones. El desafío principal era lograr un equilibrio entre el confort del estilo urbano y la integración perfecta con el entorno natural, abrazando el aire fresco, los árboles verdes, las impresionantes vistas de las montañas y los sonidos del arroyo Mae Sa.
Arquitectónicamente, el edificio de dos pisos tiene un perfil esbelto construido contra la montaña. Su techo a dos aguas se inclina desde los bordes de los pisos superiores, manteniendo proporciones equilibradas y evitando una apariencia demasiado grande. Internamente, la casa está dividida en dos alas, con un atrio de doble altura que sirve como corazón de la casa: un espacio con una escalera y un puente de conexión en el medio. El atrio está rodeado por un denso bosque, con suave brisa de montaña, y está abierto por ambos lados para abrazar el entorno natural. El diseño facilita la ventilación cruzada y reduce la necesidad de refrigeración artificial, ya que un solo ventilador de techo es suficiente para mantener toda el área cómodamente fresca.
El ala sur de la casa incluye dos dormitorios, cada uno con vistas a las montañas y al arroyo Mae Sa. En la planta baja se encuentran los dormitorios de los padres ancianos y en la planta superior está el dormitorio principal. En cambio, el ala norte alberga una habitación de invitados en el primer piso y una zona de estar abierta en el segundo piso, perfectamente conectada con el atrio central. Este diseño garantiza privacidad en cada habitación y al mismo tiempo ofrece vistas diversas y cautivadoras de la naturaleza.
La zona del segundo piso (dormitorio principal y salón) tiene un techo inclinado, lo que le confiere las características de un espacio abuhardillado, pero sin las molestias de un espacio tan estrecho. Esto se logra creando espacios de balcón donde el techo se corta y se eleva para rodear la habitación desde tres lados y proporcionar luz y ventilación natural. Además, las jardineras con árboles mejoran el ambiente y promueven una conexión más profunda con la naturaleza.
El diseño interior encarna continuidad y sensibilidad, con casi todos los muebles y electrodomésticos traídos de la antigua casa de la familia en Bangkok. Algunas obras transmiten recuerdos familiares, mientras que otras fueron recopiladas por los propietarios mientras vivían en el extranjero. La paleta de colores topo combina a la perfección con muebles nuevos y antiguos, mezclándose con el entorno natural. Según las preferencias del propietario, el diseño de iluminación evita el uso de downlights directos en favor de la iluminación indirecta. La luz rebota en los techos altos, creando un brillo suave y difuso que se ve realzado aún más por las lámparas de pared y de pie. Este esquema de iluminación crea un ambiente relajante y acogedor en toda la casa.
