Pabellón Araras/Venta Arquitetos


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. El proyecto se ubica en un terreno ya ocupado por la residencia principal y área de recreación, en este caso se decidió construir un mirador para albergar dos habitaciones de huéspedes y una residencia para el cuidador. La pendiente del terreno de construcción es pronunciada, representa alrededor del 60%, y hay importantes grupos forestales que necesitan ser protegidos. También sirve de paso entre un grupo de cerezos situados en la parte más alta y árboles autóctonos situados en la parte baja de la zona. Un aspecto que determinó en gran medida la estrategia de diseño y construcción fue el tiempo disponible para todas las fases, incluidas las obras de construcción, de 200 días.


El proceso de diseño comenzó con la definición de una estrategia de construcción aérea y liviana que permitiría que las estructuras livianas flotaran sobre el terreno y permanecieran cerca de los árboles, minimizando la alteración de la topografía natural. Para ello se decidió ensamblar el proyecto en un volumen elevado, sostenido por una hilera de cuatro cimentaciones profundas. La disposición del volumen y su división en dos partes es consecuencia directa de la disposición de los árboles existentes. En este sentido, se define un pequeño patio cielo alrededor de un árbol nativo para permitir el acceso a la suite, y el volumen se coloca de forma oblicua a los contornos, creando la distancia necesaria para proteger el cerezo.



A pesar del estatus elevado del edificio, existe una continuidad a nivel del suelo a través de conexiones entre los caminos y pasillos existentes a nivel del suelo y los pasillos que conducen a suites y residencias. La colocación de pasarelas y pasillos actúa para equilibrar y anclar la estructura lineal.


En cuanto a los materiales utilizados, la doble exigencia de la construcción ligera –ligereza y rapidez de ejecución– ha llevado a definir todos los sistemas constructivos: suelos (tipo pared paneles), paredes (tipo paneles de yeso), cubiertas (tejas termoacústicas), Armazón y fachada de aluminio (tablero de cemento y regla Cumarú).

La diferencia entre las fachadas delantera y trasera la crea el entorno, con lamas verticales de madera en la primera y pintura grafito en la segunda. Cuando visitamos el sitio por primera vez en la última semana de julio, vimos los cerezos en flor, que florecen sólo una vez al año y duran sólo dos semanas. Por lo tanto, la larga fachada de Cumaru pretende continuar a su manera la experiencia cromática de la temporada de floración de los cerezos durante todo el año. La fachada trasera, por otro lado, está atravesada por la sombra permanente de las copas de los árboles autóctonos. Por tanto, el tratamiento oscuro de todos los materiales de esta fachada tiene la misma continuidad con el entorno circundante.
