Casa Calderón / Arce&Westermeier | Edición en español de ArchDaily


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. existir ValdiviaEn la zona de Los Ríos, con lluvias constantes y luz cambiante, el encargo requería una casa que pudiera dar cobijo sin perder su generoso espacio. La referencia inicial fue el «techo» sur como gesto unificador y el deseo de separar dos escenas: una fachada transitada y controlada hacia la calle, y un patio trasero protegido donde se concentra la vida cotidiana. También nos interesaba utilizar materiales que se explicaran por sí solos: el acero corten por su efecto de envejecimiento visible y auténtico, y la madera por su calidez táctil y legibilidad unificada.

El principal desafío era equilibrar la apertura y la privacidad en un vecindario libre de tráfico, controlando el viento y el sol con recursos formales mínimos. Partiendo de esta premisa, el proyecto consta de una base de acero corten resistente a la corrosión y un top box de madera tratada térmicamente. En lugar de oponerse a ellos, iluminan a través de la performance y la expresión: abajo, los cortes modulados dialogan con el ritmo de las aberturas, que se cierran al frente para proteger la intimidad y se abren al jardín para extender el exterior; arriba, la caja aparece como un volumen monolítico con cierre estable en todas sus fachadas, con aperturas precisas.


Elegimos una estructura híbrida de acero y madera con una envolvente ventilada y de fácil mantenimiento. En el primer piso, paneles de vidrio del piso al techo abren el interior a la terraza. Los pisos de concreto pulido unen la sala, el comedor y la cocina en un solo piso abierto, mientras que una escalera metálica plegable suspendida por tensores actúa como un artefacto central y un filtro entre los espacios. La madera tratada térmicamente recubre completamente las paredes, el techo y el techo interior de la caja, potenciando la lectura del único material. Corten acepta estos elementos como parte de su expresión y los construye sobre una base sólida.

La configuración final contrasta la libertad funcional del primer piso con los pisos de contenedores del segundo piso, donde los dormitorios, baños y salas de estar íntimas están dispuestos en una circulación económica. Frente a la calle, una ventana continua forma un elemento horizontal que enfatiza la condición sellada del frente; en el lateral y hacia el jardín, las perforaciones controladas mejoran la privacidad, la iluminación y el encuadre. El saliente de la caja crea un umbral habitable para los días de lluvia. En resumen, la casa equilibra refugio y apertura, expresividad material y uso cotidiano, conectando simplemente la vida interior con el patio valdiviano.
