«Teníamos la regla de ‘no paredes blancas’, que técnicamente solo rompimos en la cocina porque queríamos que el espacio pareciera limpio», dice Alex. El espacio terminó siendo una de las cosas favoritas de Leah para trabajar: «Estaba muy inspirado en las cocinas escandinavas de mediados de siglo», dice. «Se ven muchas de estas cocinas antiguas en línea, pero generalmente son de colores pastel, así que elegimos ese estilo para que la paleta de colores funcionara». (¿El secreto de la cocina? Pisos de linóleo morado).
En muchos sentidos, toda la casa tiene la esencia de una mesa de billar, combinando tres ideas creativas: colores, formas y texturas que resaltan inesperadamente. «Les mostramos algo y dicen: ‘Es tan hermoso, hazlo más raro, más feo o más raro'», dijo Leah. «Tengo mucha suerte de encontrar esta base de clientes. No quieren que se parezca a la casa de nadie más, quieren que sea completamente extraña y completamente única para ellos. Así que sí, nos divertimos mucho.
