Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Una persona que viene del mar apenas notaría el volumen de esta casa con patio situada al pie de una montaña verde. La fina losa que separa las zonas verdes y arenosas cobija una casa casi invisible que se disuelve en el paisaje.
Dos volúmenes amplios y bajos se ubican en una parcela alargada con un exuberante patio en el medio. La fachada está abierta al horizonte, enmarcando el mar y el cielo desde dentro. Los marcos de las ventanas de la sala de estar se abren completamente, integrando la terraza de la piscina y el patio interno, brindando una experiencia de vida descalza. La cocina y la sala de televisión se ubican en una caja rodeada de contraventanas de eucalipto.
El mismo material cierra el espacio trasero, permitiendo que la luz natural se filtre en las cinco suites. Cada habitación tiene su propia terraza, lo que aporta luz y aire fresco a cada baño.
Las líneas limpias y nítidas de la casa preservan las imperfecciones del espacio en su materialidad, creando una atmósfera que valora la sencillez y la naturaleza. Además de las contraventanas de eucalipto, otros planos añaden una sensación rústica y táctil, como las paredes de ladrillo en bruto que definen los dos lados de la casa y los pisos de concreto agregado expuesto.
La elección precisa del mobiliario también busca el equilibrio entre nitidez y confort mediante la combinación de diferentes formas y temperaturas. Elementos rústicos, superficies suaves, materiales naturales y texturizados y piezas de diseño nítidas, limpias y minimalistas se combinan para evocar una interpretación tropical del modernismo.
Arraigado en la tierra y buscando el horizonte, Patios House crea una experiencia alegre para los sentidos, con texturas y formas que se combinan perfectamente con la brisa salada del mar y el olor terroso del jardín.
